Los costes de materias primas

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El horizonte de 2021 presenta múltiples sombras y nadie debe acusarnos de pesimismo por el hecho de que las iluminemos: defendemos la tesis de que la información es esencial a efectos de la toma de decisiones…, pero igualmente solicitamos que no se nos crucifique por este tipo de difusiones.

El horizonte de 2021, de por sí, ya tiene unas novedades -en la gestión contable y/o de facturación- que tendrán consecuencias para las empresas: en la Asamblea General trataremos ampliamente este tema; pero a ese escenario incierto hay que añadir dos nuevos factores que deberíamos tener muy en cuenta:

     1. El incremento de los costes laborales para la empresa con independencia de que su origen sea el incremento de cotizaciones, el rigor en el control de las jornadas, y otros incrementos de costes, incluyendo el descontrol que existe sobre las bajas laborales.

     2. Los costes de materias primas: El escenario al que estamos asistiendo (constantes manifestaciones del mundo agrario), hace prever que en este campo -máxime en productos más cercanos- hay que contar con un probable incremento de costes que afectarán a las compras de las empresas.

Evidentemente, el párrafo anterior refleja una percepción de lo que puede suceder, y así nos manifestamos ante la convicción de que un Estado/Gobierno no puede permanecer indiferente ante las presiones que se están produciendo, y que probablemente no podrá sofocar a través de las subvenciones en origen. Además, determinados núcleos de agricultores se han visto muy afectados por el incremento del salario mínimo y por la falta de mano de obra en entornos que están muy subvencionados, lo que genera un cierto rechazo al trabajo por parte de colectivos desempleados; podría pensarse en que estos agricultores intentarían utilizar mano de obra no regularizada, pero las exigencias de facturación transparente es posible que les obligue a tener que asumir otros costes que en las circunstancias actuales no pueden, salvo un incremento notable de costes en origen. Y si esto sucede, todos asistiremos a un encarecimiento de la bolsa de la compra.

A todo lo anterior habría que añadir el impacto del coronavirus: En un contexto tan delicado como el que tenemos, solo nos faltaba un nuevo virus que pueda afectar la economía, al tiempo que proporcionar una excusa a nuestros gobernantes para justificar el incumplimiento de objetivos: todo, menos reducir gastos de administración y de impuestos. Al tiempo.

 

Ángel T. Gago

PRESIDENTE