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Comentarios hosteleros: En la variedad está el gusto

hostelería en el Casco Viejo de Bilbao

El otro día en una conversación de amigos hosteleros salió la pregunta:  ¿ La crisis en hostelería viene dada por la falta de trabajo y sueldos más bajos, o bien, por un cambio sociológico en el comportamiento de compra y ocio de las personas ? Leer más

El 2017 ha comenzado: claves para afrontarlo

2017 claves para afrontarlo: Gestión hostelería

Lo importante (y optimista) es que estamos aquí para vivirlo, pero no cabe desconocer que existen situaciones, riesgos, problemas, que deberemos considerar para que podamos superarlo si no con euforia, por lo menos con un razonable grado de satisfacción:

  1. FISCALIDAD Y TRIBUTACIÓN.- En sí mismo constituye un suicidio empresarial el ignorar que las reglas de juego han cambiado: los rendimientos en las personas físicas se tributan en función a resultados, el IVA en Módulos desaparece para determinados niveles de actividad, y esto, y otras cuestiones, se complementan con un rigor contable impuesto por la Hacienda Foral que sería ilógico desconocer: 
  • Los registros contables cada vez se necesita que estén más actualizados (prácticamente trimestralmente).
  • Es conveniente que estén supervisados a tiempo (para evitar declaraciones tributarias erróneas).
  • Se necesita que el titular empresarial entienda que ha empezado a estar sometido a una tributación exigente por parte de las Administraciones Públicas aunque, al mismo tiempo y desgraciadamente, ese entorno institucional (tan exquisito en la recaudación), no se haya preocupado de establecer medidas compensatorias al esfuerzo y a las condiciones del autónomo. 
  1. RELACIONES LABORALES.- También cada vez son más exigentes los controles en este ámbito, y los empresarios tienen que valorar sus necesidades de contratación en función al volumen de ingresos y rentabilidad, por encima de otros factores: 
  • La colaboración de un asalariado tiene una contraprestación y, para poder soportarla, se requiere un mínimo de ventas (mayor o menor en función a los ratios de beneficios y gastos que tenga). 
  • Es cierto que la cuantía de ingresos a obtener por cada asalariado puede variar también (al margen del propio ratio de consumo sobre ventas) en función de que la actividad sea propia o alquilada. Pero, sin duda, el número de personas trabajando (incluyendo el autónomo), necesita ser correspondido con una cifra de ventas adecuada o proporcional. 

Y una vez incorporado un asalariado a la unidad empresarial, no cabe olvidar las situaciones que incrementan su coste al margen de las tablas salariales. Y no cabe olvidar que no ajustar las relaciones laborales al marco legal, tiene riesgos, riesgos que la empresa puede verse obligada a asumir con consecuencias más que problemáticas. Y hoy en día, uno de los riesgos más evidente aflora cuando, en visitas de inspección laboral -bastante frecuentes-, se constata la presencia de asalariados sin contrato, o sin que su jornada laboral esté acorde con lo establecido en el contrato que se le ha realizado (por ejemplo en el número de horas).

Las empresas sin duda estiman que las relaciones laborales son duras, exigentes, a veces descorazonadoras; y aunque así sea, la empresa debe entender que la colaboración de un asalariado exige ingresos; y debe entender los horarios y jornadas que el mismo tiene, consciente de que ante situaciones no protegidas por el ámbito legal, va a tener que enfrentarse a problemas. 

  1. GESTIÓN, PRECIOS Y OTROS CONDICIONANTES.- Es la tercera faceta de un negocio que debe contemplarse: 
  • Los precios de venta deben responder a un análisis de los costes. 
  • Si los costes laborales, energéticos, materias primas,…, se elevan, o se consigue una mayor productividad, o el negocio entrará en pérdidas por falta de rentabilidad (en el caso de que no se adapten los precios de venta).
  • Hacer un seguimiento de lo que el establecimiento consume en función a las ventas del negocio (ratio de compras s/ventas), es algo a no descuidar; no solo eso, sino que sería importante que todos conocieran cuál ha sido la evolución de este ratio en los últimos 4 años.
  • A todo lo anterior añádase un control de los gastos energéticos, seguros y otros varios: actuando de esta forma se puede conseguir ir mejorando la gestión de la empresa. 
  1. GESTIÓN INSTITUCIONAL.- Las normativas sufren permanentes adaptaciones y ello a veces complica el desarrollo de la actividad empresarial, pero, aún así, sorprende la conducta descuidada en algunas empresas: todavía, hoy en día, hay titulares empresariales que desconocen qué es una licencia municipal, o se asombran cuando se la solicita algún funcionario. Hay personas que no valoran suficientemente el contenido de los contratos mercantiles que firman (ej. arrendamientos); o hay personas que no valoran las consecuencias de su vinculación a una marca que les anticipa una cantidad económica. En definitiva, hay titulares empresariales que todavía no asumen que la Gestión forma parte de su día a día; y lo peor de todo: cuando esa falta de gestión le coloca en una situación de absoluta debilidad, intenta buscar responsables en el mundo que le rodea, sin asumir las responsabilidades propias.

 

Cualquiera de estos temas puedes consultarlos en la sede social: hay personas con formación suficiente para darte respuesta a las dudas o aclaraciones que precises.

Ángel T. Gago

Presidente